Hantavirus: ¿Qué es y cómo se transmite?
El Hantavirus, es una enfermedad que ha tomado protagonismo por la muerte de varias personas en diversos países de América.
Esta patología viral aguda grave, causada por el virus Hanta, es transmitida por ratones silvestres infectados, afectando directamente a los pulmones de las personas.
Agrupa varios virus ARN y pertenece a la familia Bunyaviridae, grupo C, considerado como un virus de riesgo de bioseguridad.
En humanos generalmente producen dos tipos de afecciones: un tipo de fiebre hemorrágica viral, la fiebre hemorrágica con síndrome renal (FHSR), o el síndrome pulmonar por hantavirus (SPHV), una afección pulmonar muy grave.
Se viene propagando por diferentes países al sur de América, entonces surge la pregunta ¿cómo detectar si un paciente está infectado por este virus? o ¿cómo prevenirla?
Formas de transmisión
Existen cuatro formas de transmisión de esta enfermedad:
Por inhalación: es la causa más común.
Los ratones silvestres infectados eliminan el virus a través de la saliva, las heces y la orina, al secarse, el virus se transporta por el aire.
El contagio se produce cuando respiramos en lugares abiertos o cerrados donde las heces o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus, contaminando el ambiente.
Después de inhalar el hantavirus, este alcanza los pulmones y comienza a invadir unos pequeños vasos sanguíneos llamados “capilares” hasta que, finalmente, causa filtraciones.
Luego, los pulmones se llenan de líquido, lo que puede desencadenar cualquier problema respiratorio asociado con el síndrome pulmonar por hantavirus.
Por contacto directo: Se produce al tocar roedores vivos o muertos infectados, las heces o la orina de estos roedores.
Por mordeduras: Al ser mordidos por roedores infectados.
Por vía interhumana: puede transmitirse entre personas, a través del contacto estrecho con una persona infectada durante los primeros días de síntomas.
Síntomas clínicos
Los síntomas del Hantavirus son muy parecidos a los de una gripe.
Pueden incluir fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea, generalmente no presentan congestión nasal o resfrío.
A medida que pasan los días, puede aparecer dificultad para respirar que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”.
Este es un cuadro grave en el que la persona no puede respirar, comenzando con falla cardíaca y presión baja.
En caso de que la persona no sea tratada a tiempo puede generar complicaciones generalizadas e incluso la muerte.
La infección por Hantavirus genera dos cuadros clínicos diferentes: la fiebre hemorrágica con síndrome renal (FHSR), y el síndrome pulmonar por hantavirus (SPHV).
Fases de la enfermedad:
Incubación: De una a seis semanas, no hay síntomas.
Fase inicial: Dura en promedio cuatro a cinco días, pero puede ser tan corto como un día.
Los síntomas son inespecíficos, similares a un estado gripal, como los mencionados anteriormente.
Son menos frecuentes la respiración agitada, el dolor articular, la tos y sudoración.
Fase cardiopulmonar: Inicia con tos brusca e intensa, dificultad para respirar y disminución de la presión arterial.
Los casos más graves llevan a una insuficiencia respiratoria severa y, finalmente la muerte.
Factores de riesgo:
La probabilidad de contraer el síndrome pulmonar por hantavirus es mayor para las personas que trabajan, viven o pasan tiempo en los lugares donde hay roedores.
Algunos factores y actividades que aumentan el riesgo son:
- Abrir y limpiar edificaciones o muebles que no se usaron durante mucho tiempo.
- Limpiar casas, sótanos, terrazas y otras zonas de poco tráfico
- Tener la casa o el lugar de trabajo infestados de roedores.
- Tener un trabajo que implique la exposición a los roedores, como los trabajos de construcción, los servicios públicos y el control de plagas.
- Ir de campamento, practicar senderismo o cacería.
Prevención y tratamiento
Entre las medidas más importantes de prevención está evitar el contacto con los roedores y sus secreciones.
También es importante mantener las medidas de limpiezas adecuadas para evitar la proliferación de roedores y generar un hábitat para su desarrollo.
En cuanto al tratamiento, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no existe alguno específico.
Por ello, los pacientes deben recibir una gran cantidad del espectro de antibióticos mientras se confirma el agente etiológico.
El Hantavirus está desarrollándose por distintas partes de Europa, Asia y América, adaptándose al clima y geografía, por lo que es fundamental educar en medidas de prevención y aportar con nuevos conocimientos en la rama de la Medicina Humana.
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