Rosalind Franklin: la mujer detrás del ADN
¿Sabías que el trabajo de Rosalind Franklin fue la pieza clave para el descubrimiento de la estructura del ADN, uno de los descubrimientos más importantes de la medicina moderna?
Rosalind Franklin tuvo un papel importante en la ciencia, especialmente en la Biología debido a sus investigaciones. Incluso, es un ejemplo del difícil papel de las mujeres en la comunidad científica.
Sin embargo, su reconocimiento formal fue tardío y recién en la actualidad se empieza a reconocer su valor científico, a pesar de ello Rosalind Franklin es parte de los genios de la historia.
El aporte: “Foto 51”
Rosalind se graduó en física, química y matemáticas en la prestigiosa Universidad de Cambridge en el Newnham College, conocido como el colegio mayor femenino.
A pesar del contexto, en el que no se otorgaba el grado de licenciatura a las mujeres, Rosalind obtuvo su doctorado en química física con su trabajo en las microestructuras del carbón y del grafito en 1945.
Es en su trabajo del Laboratoire de Services Chimiques de L’Etat en París, donde se acerca a conocer la estructura del ADN, usando la aplicación de técnicas de difracción de rayos X.
En 1951, empezó a trabajar en la universidad Kings College de Londres como experta en cristalografía de rayos X, en lo que se convertiría en una de las investigaciones científicas más importantes del siglo XX.
La cristalografía analiza la forma en que los cristales se difractan o se dispersan formando patrones, sobre platos fotográficos.
Estos patrones pueden usarse para entrever las estructuras moleculares tridimensionales del objeto de estudio.
Rosalind Franklin tenía 30 años cuando empezó a experimentar con la difracción de rayos x para estudiar la molécula del ADN.
Junto a Raymond Gosling, estudiante de doctorado que colaboraba en su departamento, lograron poco tiempo después una fotografía, conocida como “Foto 51”.
Esto fue clave para demostrar por primera vez cómo debía ser la estructura del ADN, que hasta entonces era un misterio.
Sin embargo, su valor científico no solo quedó ahí, sino que pudo registrar en sus cuadernos de laboratorio mediciones y observaciones con el mínimo detalle que fueron decisivas para el avance de la ciencia.
Se encargó de detallar las distancias relativas de los distintos elementos repetitivos en una molécula de ADN y anotó detalles que sugerían que la molécula de ADN constaba de dos partes iguales y complementarias.
El dilema de la “doble hélice”
En el Kings College de Londres, no solo Rosalind buscaba descubrir la estructura del ADN con la cristalografía de rayos X, sino también los científicos que pasaron a la historia como los descubridores: James Watson y Francis Crick.
Es así como Maurice Wilkins, su rival en la ciencia, compartiría con Watson a escondidas los resultados de la investigación de Rosalind.
La “Foto 51” y los cálculos de Rosalind Franklin se convirtieron en la pieza faltante del rompecabezas que le faltaba a Watson y Francis Crick para formular su hipótesis sobre cómo debía ser la estructura del ADN.
Esta información sumada a las aportaciones científicas de Watson y Crick, permitió a los científicos formular el primer modelo correcto de la molécula de ADN, con una doble hélice.
Las aportaciones de Watson y Crick, fueron determinantes para la medicina, por lo que fueron publicadas en la revista Nature en 1953, en un estudio que se convirtió en un punto de referencia para la ciencia.
A estos estudios sobre el ADN, se sumaron los de Maurice Wilkins y su equipo y el de Franklin y Gosling, el estudiante que la ayudó a sacar la “Foto 51”.
En 1962, Watson, Crick y Wilkins recibieron el premio Nobel de Medicina por su investigación sobre la molécula del ADN.
A pesar de que la investigación de Rosalind Franklin fue del mismo nivel, no se le reconoció su aporte a la ciencia, por ello es considerado una de las controversias científicas de la historia y en especial de las mujeres científicas.
Por ello esta joven científica inglesa, es considerada una pieza clave en la ciencia moderna, ya que su investigación transformaría a la medicina moderna.
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