Diabulimia: un trastorno alimentario relacionado con la diabetes
Los trastornos alimentarios, son enfermedades silenciosas que afectan en todo el mundo a siete de cada 1.000 mujeres y a uno de cada 1.000 hombres.
Las condiciones a las que somete a la persona afectan la salud física y emocional, y en casos extremos puede ocasionar la muerte.
Pero, ¿sabías que hay una enfermedad alimentaria que relaciona la bulimia y la diabetes?
Este nuevo trastorno, llamado diabulimia, viene afectando a más del 30% de adolescentes que cumplen las características de esta enfermedad.
1. ¿Qué es la diabulimia?
La diabulimia es un trastorno alimentario similar a la bulimia, por ello el término está compuesto por las palabras diabetes y bulimia.
Hace referencia a un trastorno alimentario en el que las personas con diabetes tipo 1, omiten o reducen la dosis de insulina para bajar de peso.
Esto sucede cuando el paciente se administra la insulina adecuadamente, la glucosa transportada por el torrente sanguíneo obtenida de los alimentos puede entrar en los tejidos del cuerpo y allí entonces se usa como fuente de energía o se almacena.
Sin la insulina necesaria, la glucosa se acumula en la sangre y se expulsa a través de la orina. El resultado es la pérdida de peso.
El control de la diabetes depende, en gran medida, de esta insulina y de una adecuada alimentación, haciendo que el peso perdido se recupere rápidamente.
2. ¿Cómo detectarla?
A diferencia de los otros trastornos alimentarios, los pacientes con diabulimia no muestran conductas de restricción alimentaria, vómitos, ni ejercicio excesivo, por lo que puede pasar inadvertido.
Además, su conducta se puede interpretar como el de un paciente con diabetes “incumplidor”, sin tener en cuenta el problema psicológico real.
- Hemoglobina glicosilada consistentemente alta.
- Hospitalizaciones frecuentes por cetoacidosis diabética (CAD): algunos pacientes sólo manipulan la insulina de acción rápida y siguen administrándose la insulina basal, por lo que pueden no experimentan la CAD.
- Resultados poco fiables de los controles de la glucemia o ausencia de estos.
- Menstruaciones irregulares o inexistentes.
- Fluctuaciones de peso inexplicables.
- Preocupación excesiva por su peso e insatisfacción con su imagen corporal.
- Patrones de alimentación irregular: Pueden restringir alimentos o darse atracones, para luego limitar o evitar la insulina.
- Malestar al tener que ponerse insulina ante otras personas.
- Falta de conciencia del problema y de constancia en las citas con profesionales.
- Depresión, ansiedad, cambios de humor y/o fatiga.
3. ¿Cuáles son sus consecuencias?
Esta enfermedad trae consigo consecuencias por las dos enfermedades, a corto plazo se produce un aumento del hambre, la sed y la necesidad de orinar.
Además, los altos niveles de glucosa en sangre producen fatiga y debilidad.
A medio plazo, puede presentarse atrofia muscular, deshidratación o colesterol alto.
También se produce retraso en el crecimiento y el desarrollo de los adolescentes debido a control inadecuado de la glucosa.
Aumentan lo episodios de cetoacidosis diabética, la cual se presenta cuando el cuerpo no puede usar la glucosa como fuente de energía y recurre a las grasas que, una vez procesadas, producen ácidos (cetonas) que se acumulan en sangre y orina, lo cual en exceso puede resultar tóxico y causar daños graves.
No usar la insulina, puede provocar graves daños en los riñones, complicaciones serias como neuropatía, ceguera o problemas de corazón e, incluso en casos graves, la muerte.
A pesar de la alta cantidad de personas que son afectadas por este trastorno, aún no se encuentra un tratamiento que se pueda integrar a la salud pública.
Esto se debe a que todos los pacientes tratan su diabulimia y diabetes de formas completamente diferentes.
Tendiendo en cuenta el alto índice de la diabulimia en la actualidad, es necesario realizar alianzas estratégicas bio-psico-social para el correcto abordaje de este trastorno.
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